miércoles, 20 de febrero de 2013

Raphaël Varane: el equilibrio del mejor.

 
 
La primera vez que vi a Varane en el Bernabéu me impactó. Hasta hace unos minutos, antes de mirar en la web, no recordaba que el rival fuera el Rayo Vallecano, que ganara el Madrid 3-2 y que Varane marcase el gol decisivo. Dicho esto, cualquiera puede pensar que ver a un chico de dieciocho años debutar en el Bernabéu y marcar el gol de la victoria es para quedar impactado. Pero no. Como he dicho no recordaba nada de eso. Lo único que recordaba de Varane fue que, como un acto reflejo, le asocié con Beckenbauer a la segunda o tercera vez que le vi actuar. Fue instintivo. Jamás vi a El Káiser pero siempre escuché que fue el más elegante y mejor central de la historia del fútbol. De ahí la asociación de ideas instintivamente. De oídas. Si hubo un central elegante, acababa de aparecer otro. Al menos igual de elegante. Es difícil ser más cuando juegas de cuatro o de cinco o de dos.
A la mayoría de jugadores que vemos por primera vez intentamos sacarles un parecido con antecesores en su puesto comparando sus actitudes y aptitudes. Así nos hacemos una idea de qué es lo que se ha fichado y hasta dónde puede aportar al equipo. A pesar de haber visto buenos centrales durante los últimos treinta años (Sanchís, Terry, Baresi, Puyol, etc...), jamás pensé en comparar a ninguno con el mejor. A Varane sí.
Suena a tópico pero de Varane me gusta todo. Físicamente es un portento. Mide un metro y noventa  y un centímetros. Pesa setenta y ocho kilos que tendrá que trabajar en el gimnasio. Sin prisas. Tiene toda la vida para hacerlo ya que el próximo 25 de abril cumplirá veinte años.
Es de los jugadores más rápidos que hay en liga. Me dice un conocido asiduo a Valdebebas que los sprint que hace con Cristiano, cuando terminan el entreno, son de final olímpica de los 50. Con photofinish incluida. Y diecinueve años. Es contundente en cada acción sin olvidar que en equipos grandes además de la contundencia es obligatorio el buen criterio. Renuncia a su lucimiento personal aun sabiendo que en cada partido puede salir por la puerta grande. Es mucho mejor jugador que la mayoría independientemente de la posición que ocupen. Varane podría jugar en cualquier posición con nota. Va bien por alto. Va bien al cruce. Es sencillo en su forma de entender el fútbol desde su posición. Corta y da. En largo o en corto es preciso en sus pases. La naturalidad de posicionarse en el campo para estar en el sitio adecuado es asombrosa. ¡Con diecinueve años! Y lo mejor es todo lo que queda. En el momento en el que se sienta titular, con el beneplácito de su excelencia Mou, sacará todo lo que tiene dentro. Subirá el balón cuando Alonso esté maniatado. Ordenará al equipo desde la cueva. Gritará a su portero para que salga a por los balones. El equipo ganará en seguridad y confianza sabiendo que su último hombre no es un energúmeno capaz de dejar al equipo a los pies de los caballos. Siempre escogerá la opción adecuada porque ya lo hace.
Raphaël Varane llega al Madrid de la mano de Zidane. Su mentor. No es poco. Diez millones de euros y seis años de contrato. Cada vez que pienso en los treinta que costó Coentrao me deprimo. En la presente temporada ha jugado en Liga 769 minutos con unos datos que llaman la atención. Cuatro faltas cometidas, dos recibidas y lo más llamativo: de los 268 pases totales que ha dado en Liga, 227 son pases buenos y 41 malos.
Si las lesiones le respetan estamos ante uno de los mejores jugadores que haya dado el fútbol y , quizás, ante el mejor defensa central de la historia, con permiso de Beckenbauer. Veremos...
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 
 

 
 

1 comentario:

  1. Edu . al marca de cabeza . toyalmente.deacuerdo contigo . una maquina si no viene algun tonto el año q viene y lo quita....

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