jueves, 14 de mayo de 2015

REAL MADRID 1 - JUVENTUS Con V de Vendetta. Con M de Morata.





          La Mentira duró poco. Apenas dos años. Si Ramos no se hubiera aliado con ella, en Lisboa, hubiera durado aún menos. La mentira es traicionera. Aparece en los peores momentos. La mentira duele. Duele como una eliminación en semifinales de Champions en campo propio. Ayer, a un gol de la verdad apareció La Mentira. En su más dolorosa representación. Y gracias, mentira, por aparecer. Gracias por no dejarnos conocer la verdad. Porque hay veces que las verdades duelen más que las mentiras. Y la verdad... La Verdad del próximo 6 de junio sería la más cruel de todas. Gracias por no refugiarte en los asientos de piel noble del banquillo. En ese maldito zulo de lujo en el que se quedó la flor. La de Lisboa. La de Valencia. La del Santo. La de Carleto...

          Ayer el Bernabéu se engalanó de Champions. Su mejor tapiz en el suelo. Sus mejores cuadros en la grada. Sus más enfervorizados vasallos en el recibimiento de sus huestes. Su escudo reluciente.Todo perfecto. Todo previsible excepto la mentira. Nadie la espera aunque la mosca, desde hace dos años, siempre zumbó tras orejas madridistas. Maldito zulo. Maldita madriguera.


          En el Madrid los buenos. En la Juve también. En el Madrid, las ganas de jugar una final un año después. En la Juve, las ganas de jugar una final 20 años después. En el Madrid, La Mentira. En la Juventus, un entrenador italiano. En Lisboa, Ramos se alió con La Mentira. En Madrid, ayer, Morata se alió con ella y la destapó para siempre. V de Vendetta. No hacia el equipo de sus amores, no. Venganza hacia el entrenador que decidió arrancarle de los pechos de su madre. Vendetta a la italiana. 


          Ayer en el Bernabéu solo era semifinal de Champions para la grada y para la Juventus. El Madrid, desde el principio, salió a bailar unas deliciosas tarantelas italianas. Como bienvenida y honores a la Vecchia Signora no estuvieron mal. Ya en el minuto veinte la broma era pesada. En el 57 apareció Morata que, como si fuera un accidente, surgió por el Bernabéu para desenmascarar al villano. "Alea jacta est" pensó La Mentira. Y así debiera ser, presidente.


          El Real Madrid ha sido, estos dos últimos años, la mentira del adolescente "rico-cabrón" que tiene cara de no haber roto un plato nunca. Ese malnacido que además de robar la cubertería de plata y abusar de la criada le echa la culpa a ella. Huérfana, pobre y embarazada. Por dentro podrido y por fuera cubierto por un manto de prestigio, victorias, Copas de Europa y por desgracia, por encima de todo eso, cada vez más cubierto de petrodólares. 


          William Ernest Henley, autor del poema "Invictus" (muy a colación), ya sabéis: " soy el amo de mi destino/soy el capitán de mi alma", dijo una gran frase:  
"¡Levántate! No seas más una mentira viviente".


Ciao Mentira. Grazie. 

Fdo.- Eduardo Sánchez de la Blanca








     

miércoles, 6 de mayo de 2015

MÁS DIFÍCIL TODAVÍA o EL MAYOR ESPECTÁCULO DEL MUNDO JUVENTUS 2 - REAL MADRID 1

JUVENTUS 2 - REAL MADRID 1 (5/5/2015)



"Más difícil todavía" es la mítica frase que acompaña al animador circense por donde quiera que va el espectáculo que presenta. La frase, presagio de magia o catástrofe, ilusiona al respetable por la curiosidad infinita que nos despierta ver el sometimiento de la bestia al "inteligente". La frase hace soñar en la posibilidad de que e=mc2 se convierta en una dudosa ecuación ante la pericia, la práctica y el equilibrio del trapecista. Y así, con todo lo que nos puede ofrecer El Circo. Para los que pensamos que "El mayor espectáculo del Mundo" no es el circo sino el fútbol, esta frase la enviamos al rincón de pensar. En el fútbol de élite, en una semifinal de Champions, como en la arquitectura, menos es más. Lo sencillo por encima de la angustia. Primero lo práctico, después lo plástico. Lo malo conocido a lo bueno por conocer. Porque eso ya tuvo que ser trabajado. Lo fácil y entrenado antes que lo difícil y soñado. 

Sirva la introducción para meternos bajo la carpa blanquineri del Juventus Stadium un 5 de mayo. Aunque hablamos de una semifinal de Champions, ayer Turín, antigua capital de Italia, nos reservó un asiento a pie de pista en el Ringling Brothers and Barnum & Bailey Circus. ¡Fue fantástico! ¡Increíble! ¡Qué espectáculo! Fútbol y Circo. ¡El Mayor espectáculo del mundo!

Mr. Ancelotti, impávido maestro de ceremonias, sacó a pista todo lo que tenía. Payasos desmotivados. Fieras sin brillo en los ojos (como todos los ojos carentes de libertad). Torpes malabaristas. Forzudos sin fuerzas. Un burro pintado de cebra para dar el pego aun sabiendo que su gracia está en el arado. Así es como se logra el "Más difícil todavía". Y se consiguió, no crean... Mr. Ancelotti es capaz de perder una final de Champions ganando tres a cero al descanso... El es así. También es capaz de ganar la Décima sin mover un dedo excepto para acariciar. Mr. Ancelotti es poco amigo de probaturas. Sabemos que los cambios vienen dados por lesiones, no por ideales. ¿Para qué cambiar algo si lo que hay funciona? Y sí. Un día puedes sorprender a tu rival colocando a la mujer barbuda en la jaula del forzudo pero será mejor, por la buena marcha del circo, que busques un nuevo forzudo ya que los que fichaste están, bajo un sauce de oro, comiendo longaniza y llenando sus alforjas. Ains (pequeño suspiro nostálgico de lo que fue).

La esperanza: que no se puede hacer peor. Que no se puede sacar mejor resultado jugando cinco contra once. El insomnio: que se haga tan mal en una hipotética final contra el rival no deseado. El desasosiego: el ridículo. Para siempre... Ainsss (suspiro nivel infinito). Media lágrima.

Entre tanto, la Juventus a lo suyo. Es la Vecchia Signora. Equipo italiano donde los haya. Es su genética. Fuerza. Disciplina. Orden. Dureza. Ganas. Coraje. Oficio. Y Pirlo... Un maravilloso medio centro con 35 años que consiguió acabar noventa minutos de una semifinal de Champions. Eso dice todo lo bueno de él y todo lo malo y poco que hizo el Madrid. No hubo presión, no hubo balón,  luego no hubo diversión. O como diría mi amado: "entrenador triste, equipo triste". Los cambios que hizo Mr. Ancelotti de los de tesis doctoral en el noble arte de provocar la risa. O la ira. Todo depende. Isco al banquillo por Chicharito. No se sabe muy bien el por y para qué de este cambio. Jesé al campo por Bale que probablemente no tuvo que jugar ni un solo minuto. Y mientras Ramos, la mujer barbuda, fuera de la jaula que le hizo famoso.

Y ahora... ¿qué hacemos Míster? ¿Sacamos la ouija?¿Invocamos espíritus? O quizás... ¿qué tal si colocamos al zurdo por la izquierda, al diestro por la derecha, al central de central, al pichichi en el área, y a los que luchen y crean en una final de Champions y en pasar a la historia?

El próximo 13, lo siento por los supersticiosos, veremos si el show debe continuar...

Fdo.- Eduardo Sánchez de la Blanca



jueves, 23 de abril de 2015

El Real Madrid sueña con "La Undécima"


Real Madrid: 1 - Atlético de Madrid: 0

Sol, Madrid, primavera, fútbol, Champions, Real Madrid, Atlético de Madrid, tú, él, vosotros, yo ... y no era un sueño. Era Real. Y del Real fue tan magnífica tarde de alegrías y tristezas. De respetos. De dudas y cambios. De incertidumbre. 

Mr. Ancelotti, en un tierno abrazo de Morfeo una noche cualquiera de abril, sucumbió a la idea de cambiar lo que no había funcionado las anteriores siete veces. Se dejó llevar por sus anhelos, y dejó de lado su terco planteamiento bajo las alas de uno de los mil Oniros. Y lo hizo para llevar a cabo su terquedad más criticada una tarde cualquiera en Barcelona. Sacrificar al mejor central del mundo por un mediocre picapedrero de contención con corazón de granito. Eso sí... Con raza. Con disciplina. Con pasión. Ya lo dijo Stendhal, "El alma es el conjunto de las pasiones". Y en alma muy pocos ganan a Ramos. Y ya que Morfeo aleteaba a sus anchas sobre las blancas sábanas del italiano, aprovechó la ocasión para presentar a Carleto a un mexicano que, como la pequeña Campanilla, aparecía de vez en cuando por Valdebebas como un sueño efímero. Rápido y silencioso. 

Soñado y hecho. Ramos al centro. Campanilla al ataque contra el Capitán Garfio y un tal Gulliver. Así fue como el sueño se hizo realidad. Y de nuevo, lo soñado. Un número, el catorce. Un apellido, Hernández. Lo soñé. Se cumplió. Volvió a aparecer. Y mexicano. Benditos sueños cumplidos...

Por otra parte me comenta mi musa que esa misma noche, en la habitación del Cholo, apareció el padre de Morfeo. Hipnos. No quería ser menos... Me dice que le llevó a su oscura cueva. Que cambió el mate tradicional de Simeone por un hipnótico brebaje de amapolas y otras plantas. Que dicha infusión dejó tan maltrecho al argentino que soñó que llegar a unas semifinales de Champions se conseguiría sin arriesgar. Sin sacar a los mejores. Sin ser lo que había sido. Sin Torres desde donde poder divisar semifinales. Sin el corazón de granito que Morfeo enseñó a Carleto. Con Gaby en sueños banales. 

El Atleti salió a hacer su partido. Ordenado. Físico. A la espera. Perfecto tácticamente. Como todo lo que hace Simeone. Es ahí donde está su valor. En eso y en hacer soñar a sus jugadores que todo es posible. Que soñar es gratis. Que los sueños se cumplen. Ayer, al Cholo le faltó decirles que en los sueños también hay que luchar. Mucho más que en la realidad porque los sueños no dependen de uno mismo. 

Aún así, el Atleti tiene muchos motivos para soñar. Un grandísimo portero. Un francés revolucionario, cómo no. Un bloque compacto. Guerrero. Fieles a sus genes. Ya solo falta que el Atleti se lo crea y salga a jugar como el equipo grande que es. 

¿El Madrid? Bien. Imaginad. Bajo las alas de Morfeo. Disfrutando. Un catorce que se apellida Hernández. Un francés revolucionario, cómo no. Un entrenador embriagado por el aroma que desprenden las grandes victorias. Un portugués que siempre quiere más. Un portero que no quiere menos. Un colombiano de Vallecas. Y todos, todos, con un único sueño en mente. Que todas las noches les visite Morfeo para poder luchar por La Undécima. 

Fdo.- Eduardo Sánchez de la Blanca

Día 23 de abril. Día del libro. Día del único invento que puede hacernos mejores. Lee y sugiere leer. 








jueves, 9 de abril de 2015

"CORAZÓN, CABEZA Y COJONES"




RAYO VALLECANO 0 - REAL MADRID: 2


“CORAZÓN, CABEZA Y COJONES”

Las tres “ces”. Dejemos de lado nosotros, ya que Mr. Ancelotti no lo hace, a la BBC. Aunque sea por un partido. Aunque sea por media parte. Aunque sea por alma, por razón, por genes. Aunque sea por la identidad que hizo al equipo blanco el mejor de la historia del fútbol.

El Real Madrid ganó al Rayo en Vallecas por dos goles a cero. Insisto, en Vallecas. Quienes se hayan quedado solo con los nombres de los equipos, y de los jugadores y entrenadores respectivos, podrán pensar que es algo predecible, y aún más, si alguien les dijo que el Madrid necesitaba la victoria tanto como los peces necesitan del agua. No fue así. Ni el Madrid es el equipo capaz de remontar lo irremontable ni el Rayo es el equipo de barrio obrero al que miraban por encima del hombro sus ricos vecinos.

Desde hace años el Rayo es respeto. Lucha. Trabajo. Calidad. Motivación. Sentimiento. Unidad. Humildad. El Rayo es Vallekas. “Corazón, cabeza y cojones”.

La primera parte fue un regalo para los aficionados a los que les gusta el fútbol y cicuta para los madridistas. Los del rayo atravesando el pecho, fueron un ejemplo de presión y toque y paciencia y disciplina. Magnífico el trabajo y la claridad de ideas que se notan preparadas, meticulosamente, en los entrenamientos del equipo de Payaso Fofó. Aquel payaso que nos hizo disfrutar de la misma forma que nos hace disfrutar ahora el equipo rayista. Mientras, el Madrid basculaba de izquierda a derecha, y viceversa, como el péndulo de un reloj de pared comprado en un "Todo a Cien". Nervioso. Desacompasado. Temeroso de lo que se avecina. La basura.

Solo James estaba a la altura del rival. Suerte que Casillas hizo lo que se le pide: ser portero del Real Madrid. El Rayo anuló cada elemento del Madrid. Jémez, un estudioso de este arte, neutralizó los puntos fuertes del equipo blanco. Uno, cada vez más, se pregunta dónde están esos puntos fuertes. Ancelotti mascaba chicle. Sus muchachos mascaban el césped. ¿Sabrá Mr. Ancelotti que tres es menor que cuatro? Y si lo sabe, ¿por qué en campo contrario no arma al equipo con las mismas pistolas que el contrario? Y más en estadios trampa. Pequeños, secos y con 300.000 aficionados dispuestos a dejarse el alma por su identidad. Por su pasado. Por sus vecinos. Por Carmen Martínez Ayuso. Por su equipo. Por su barrio. Por “corazón, cabeza y cojones”.

En la segunda mitad todo cambió. Al equipo blanco, motivado, le sobran cuarenta y cinco minutos de cada partido. Lástima que tiren una parte por la ventana. Lástima que no se diviertan durante noventa minutos. Lástima... En la segunda parte el Madrid se impuso al Rayo por calidad, presupuesto y la ambición que al Rayo, a estas alturas de temporada, le genera estar en la zona cómoda de la tabla.

El árbitro mal. Como la mayoría de ellos. No sorprende ya el mediocre nivel de los trencillas. El de ayer se comió un penalti de libro a Cristiano y además castigó al portugués con tarjeta amarilla por simular que el AVE le había atropellado. Eso no se simula, por Dios… Fue lo mejor que le pudo pasar al Real Madrid. Carnaza al tiburón y toque de corneta para todos. Cuando eso sucede el Madrid es imparable.  Como si no fuera suficiente motivación llevar ese escudo o ganar 22 millones de euros. O trece.

Mención especial a James, El de Vallecas. Seguro que este chico tiene ascendencia vallecana. No me cabe duda porque James es como Vallecas: Lucha. Trabajo. Calidad. Motivación. Humildad. Sin gestos ni reproches. James, El de Vallekas: “Corazón, cabeza y cojones”.
Fdo.. Eduardo Sánchez de la Blanca
Esta crónica se la dedico a mi amigo Toni Spk y a todos los que disfrutaron de Diego "Pantera". De él son las tres "ces": "Corazón, cabeza y cojones". Una máxima para el deporte y para la vida. DEP.